cuando pasé ayer dos horas sentado intentando escribir algo, mis manos estaban tristes y buscaba el calor de algún curioso para poder despegar... pasaron varias personas que miraron algunos cuadros completamente borrachos, escuchaba comentarios.
el invierno se convierte en un amigo cuando la soledad es lo que deseas y la soledad es una aliada si sabes soportarla y convivir con ella, pero no es el retiro de un guerrero, ni la huida lo que me estimula, es una enfermedad que me hace ser crítico y distante con mi trabajo...
sería más facil -y lo fue durante muchos años- dejarse llevar por la pena y que sólo la inconsciencia hiciera sordos los caprichosos..., ahora es la sordera real y el pánico lo que rechina en los oídos y acelera el pulso y amarga la boca y rechaza hasta el agua que bebo...
es justo hoy, el día que empieza la primavera, pero el frío de dentro sigue...
estar sentado en aquella silla, me recordó a las pinturas de aquellos artistas que convivían en el París de principios del 1900, llenos de alcohol y mugre... eufóricos que buscaban una nueva via para expresar el cambio... y lo lograron... cómo Picasso no cortaba y pegaba textos del periódico en sus collages que eran precursores del cubismo..., no lo hacía cómo se cortan y se pegan textos de mentes ilustres, dedicadas al estudio y a la formación, atribuyéndose el mérito de haber sido los primeros en tener cinco mil amigos en nosequé red social o que pulsen nosecuantas veces en una entrada algunos desconocidos que son amigos..., es tan ridículo...
una pintora -nórdica- paseaba por la sala y -en un arranque de pasión- me presenté ante su altiva -por alta y por esa prepotencia que tenemos los artistas cuando vemos la obra de otro- figura, agradeciendo su mirada sobre mis cuadros... "no tengo internet, no se puede dejar de ser artista, soy lo que parezco y lo que aparento, quiero que sea lo que me identifica cómo un ser feliz y armonioso" esto último es de mi cosecha personal..., pero no pude evitar, pasado un largo tiempo sentados en aquella mesa, sacaran un bocadillo que comían a hurtadillas, cómo alcohólicos que beben encerrados en un rincón..., tan pobres somos... que cambio hacemos para mejorar este estado, qué trabajo es este que promueve el suicidio y el asesinato en pareja, ante el morbo de un espectador que se anima porque no le ha tocado a él esta vez...
otra señora venía a ver una de las pinturas que está teniendo mucho éxito y hasta se hacen fotografías delante de ella... quería saber el precio de las obras y todo está muy bien organizado... sus dientes de plata y su sonrisa me halagaron, pero mi interior -en aquel lugar rodeado de bocadillos ilegales, soledades compartidas y los incidentes que cada cual lleva a la espalda, que pesan- me hicieron rebotar una frase que me hundió aún más en esta lucha..., "sólo hay que esperar a que se acabe la exposición y todo será regalado"...
hay una mano que cumple una de las absurdas premisas de mi estudio sobre "la representación pictórica" que diría Gombrich: cualquier mano y cualquier persona puede pintar -por una serie de circunstancias- "La Venus del Espejo", "La Gioconda" o esculpir "El David" pero no será Velázquez, ni Leonardo, ni Miguel Angel...
ven Prima-Vera, ven... que pensaba que no llegaba -yo a ti- porque, de no ser por la voz amable que me animó durante un rato, ya en la barra, casi invisible a los guerrilleros que llegaban en busca de bronca, nada agresivos, sólo supervivientes, me habló de sus ambiciones de ir a las antípodas porque este occidente se cae a pedazos... cómo un Gauguin que escapa en su Tahití, aquel paraíso del que nunca volvió, malviviendo de pensiones y rodeado de una selva y una desnudez exuberante que -posiblemente- le provocaron alguna infección en su ya magullado cuerpo...
benditos alcohólicos que encontrasteis en las drogas una salida... ahora vivimos en una austeridad burguesa y nada ha cambiado más que los rusos y las colonias, que Chipre es hoy una isla que sigue dividiendo Oriente de Occidente y que de todos los barullos que mantienen el secretismo institucional, ya los europeos no se frotarán las manos esperando los rublos..., ni nada es de nadie y que todo es de pocos... como siempre...
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